Cambio extremo

Desde 2003, Ecopetrol, la empresa más grande de Colombia, ha sufrido un proceso de transformación radical. No solo dejó de ser una compañía totalmente estatal, gracias a una emisión inicial de acciones que compraron cerca de 500.000 inversionistas por más de $5 billones, sino que empezó un proceso de expansión que hoy la tiene con operaciones en cuatro países, una producción cercana a los 800.000 barriles, 9.000 empleados directos, 30.000 contratistas y un plan de inversiones de US$10.000 millones anuales.

Pensar que un nuevo cambio es necesario parece exagerado. Pero justamente por cuenta de aquella transformación inicial, se ha hecho inaplazable reformar la estructura administrativa, para adecuarla a los nuevos retos y enfrentar las dificultades propias de una compañía de estas dimensiones.

Y esa tarea acaba de empezar. Este 9 de junio se desplazaron al Meta todos los miembros del comité directivo de la firma, incluido el propio presidente, Javier Gutiérrez, para anunciar la aparición de tres vicepresidencias regionales, que buscan “descentralizar” las responsabilidades gerenciales de la compañía.

El primer hito es la creación de la Vicepresidencia de Orinoquía. Se trata de una región fundamental hoy para la actividad de Ecopetrol, pues aporta prácticamente 50% de la producción de la petrolera. Por esta oficina pasarán los asuntos operacionales y los nuevos proyectos de los campos de Arauca, Casanare, Meta y Vichada.

La otra Vicepresidencia que será creada es la de la Región Central, ubicada en Barrancabermeja. Esta es significativa, no solo porque allí se ha desarrollado tradicionalmente el proceso de refinación y nació la historia petrolera del país.

La tercera vicepresidencia es la de la Región Sur que comprende todo lo que ocurra en Huila, Tolima, Putumayo y Nariño. Estará ubicada en Neiva.

Las nuevas divisiones estarán encargadas de que se cumplan las metas en materia de reservas, que está en 300 millones de barriles adicionales por año. Igualmente, tendrán que echarse la responsabilidad de avanzar en las relaciones con las comunidades, agilizar los procesos de licenciamiento que sean necesarios para los proyectos y enfrentar las dificultades operativas que se registren.

Esta nueva idea surge del mantra que ha asumido Javier Gutiérrez, presidente de la compañía: los barriles de Ecopetrol no se producen en el Parque Nacional de Bogotá, sino en las regiones donde están los pozos. Por esta razón se pensó en adjudicar responsabilidades específicas a los tres nuevos vicepresidentes, quienes serán los responsables de lo que ocurra en sus áreas de influencia. Se espera que de esta forma sea más efectiva la operación de cada uno de los campos de producción con que cuenta hoy la petrolera y se puedan acelerar los proyectos que se desarrollan.

Inicialmente, para estos tres cargos han sido nombrados de manera temporal actuales funcionarios de Ecopetrol, pero la compañía está trabajando en el proceso de contratación de las tres nuevas personas encargadas de estas dependencias.

Otros ajustes

Los tres vicepresidentes regionales le reportarán a la vicepresidencia de Desarrollo y Producción, un nuevo cargo que aparecerá en la estructura. El titular será Héctor Manosalva, quien igualmente estará encargado de responder por las operaciones de producción que tiene Ecopetrol en el exterior, como las del Golfo de México, Brasil y Perú.

La otra vicepresidencia que aparece es la de Exploración, para la cual la petrolera está igualmente buscando una persona que, todo parece indicar, será contratada en los próximos días y vendrá de fuera del país.

Esto se le suma a los cambios ya anunciados sobre la creación de una gran oficina de Operaciones a la que llega Camilo Marulanda, uno de los nuevos hombres fuertes en la compañía. Marulanda recibirá los reportes de absolutamente todas las áreas operativas de la petrolera, desde producción hasta refinación.

En total, Ecopetrol va a tener ajustes en por lo menos seis altos cargos por cuenta de este rediseño gerencial. A esto hay que sumarle la vacante que quedó luego de la salida del vicepresidente Jurídico, Mauricio Echeverry, quien se fue como embajador de Colombia en Chile. Así las cosas, actualmente la petrolera está buscando cinco nuevos altos ejecutivos.

La creación de las vicepresidencias regionales implica la reubicación de por los menos 350 funcionarios de la compañía, pues cada una de las tres nuevas oficinas va a tener que contar con su propio staff. Por eso, al interior de Ecopetrol hay bastante alboroto actualmente, pues muchos están preparando trasteo para cualquiera de las tres nuevas sedes regionales de la petrolera.

A pesar de todo, estos anuncios son apenas la cuota inicial de la transformación. En los próximos meses se definirá igualmente cuál será la estructura ideal para lograr que en Bogotá quede solo el centro corporativo o los “cuarteles centrales” de la administración. Se deberá definir la nueva estructura organizacional que podría implicar que apareciera la figura de holding, tal como ya lo han hecho Sura, Argos y Valorem, grandes grupos económicos que se transformaron en la última década.

Los cambios en Ecopetrol son una respuesta ante el hecho cierto que la compañía se ha convertido en una verdadera multinacional que no solo tiene operaciones en distintos países, sino también en nuevos mercados como el de los biocombustibles.

El revolcón apenas comienza y las primeras decisiones muestran que el ajuste va en serio. La regionalización de Ecopetrol es la nueva apuesta para la que se ha convertido en la joya de la corona del mundo empresarial colombiano. Los retos son enormes, pues la competencia en el mercado de los hidrocarburos se está haciendo transnacional ahora mismo, por cuenta de las nuevas fronteras de exploración que se están abriendo, como lo muestra el caso de México.

Del éxito en esta reestructuración depende que los buenos resultados de esta compañía se mantengan. Un asunto que preocupa a 600.000 accionistas y a 46 millones de colombianos que ven en esta su empresa insignia.

Fuente: Dinero.com