Angeles inversionistas, fondos de capital privado, aceleradoras de empresas e industria de acceso a capital, tal vez le parezcan términos extraños y un poco alejados pero son algunos de los mecanismos con los que la ciudad está financiando sus emprendimientos.
Y precisamente por estos días, que el mundo celebra la Semana global del emprendimiento, en Medellín futurosemprendedores, emprendedores y empresarios encuentran soluciones a sus necesidades financieras en toda una red de inversión con la que cuenta el ecosistema del emprendimiento.
Catalina Castaño, profesional de Negocios del Conocimiento y coordinadora de Capital Inteligente de Ruta N, dijo que Medellín se está convirtiendo en una plataforma para invertir, que la creatividad y la innovación de las empresas antioqueñas están atrayendo capitales de diferentes países del mundo y que es un momento para aprovechar el potencial que hay en la región para crecer.
Por eso, en asocio con la Asociación de Capital de Riesgo y Equidad Privada de América Latina (Lavca por sus siglas en inglés), con quienes se han fondeado grandes capitales en toda la región, Ruta N llevó a cabo esta semana el Laboratorio de inversión en el que los emprendedores conocieron diferentes opciones de inversión y casos de éxito, y ejemplos de fracaso.
De acuerdo con Cate Ambrose, presidente y directora Ejecutiva de Lavca, en Medellín hay mucho movimiento de capital extranjero pero Brasil sigue captando la mitad de los fondos de la región.
Ambrose indicó, además, que “la importancia del acompañamiento del Gobierno Nacional al desarrollo del ecosistema del emprendimiento, hace que siempre tengamos que estar mostrando a Colombia como ejemplo para el mundo, ejemplo de ello es lo que hacen Bancoldex e iNNpulsa, desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, desde el ámbito nacional, y Ruta N y el resto del ecosistema en la ciudad de Medellín”.
Cinco años de Ruta N
La historia de Ruta N comenzó con el Plan de Desarrollo de Medellín 2008 – 2011, cuando se planteó la necesidad de crear una entidad que aportara desde la innovación a la competitividad de la región. Por aquel entonces un estudio detectó la necesidad de contar con un proyecto que tuviera un alto componente científico y tecnológico, contribuyendo a la transformación de la ciudad a través del conocimiento.
Hoy, cinco años después, Ruta N es una institución “muy importante en el desarrollo de la innovación y del progreso de una ciudad más competitiva y visible en el mundo”, indicó Cate Ambrose.